Las primeras manifestaciones de la prosa en Canarias las encontramos a partir del siglo XV, siendo en el siglo XVI cuando la relevancia de la poesía canaria toma un giro hacia lo épico, iniciándose con Bartolomé Cairasco de Figueroa. No solamente será el autor de obras tan importantes del siglo de Oro de la literatura española como el Templo militante, sino que traducirá “Jerusalén libertada” de Torcuato Tasso, destacado literato italiano del Renacimiento. El ejemplar presentado es una edición de la traducción de Cairasco de Figueroa por Alejandro Cioranescu en 1967.
El ejemplar estará expuesto en la Sala de biblioteca durante el mes de octubre: