Guardianes del conocimiento en el Casino
Cada 24 de octubre desde 1997, se conmemora el Día Internacional de las Bibliotecas como recuerdo de la fatídica destrucción e incendio de la Biblioteca de Sarajevo en 1992 durante el conflicto bélico de los Balcanes. No solamente es un recuerdo a la pérdida de miles de volúmenes de fondos que recogían la herencia cultural de esa zona, sino un homenaje a las personas que dieron su vida en esos momentos por intentar salvar algo de su historia bajo el punto de mira de los francotiradores.
Referirnos a la biblioteca, a priori, es sentirla como un templo que resistiendo al paso del tiempo se convierte en protector y guardián del conocimiento de la Humanidad. Espacio de reflexión, calma y aprendizaje nutre nuestra esencia, y sirve de refugio recordándonos de dónde venimos y hacia dónde podemos encaminarnos. En sus estanterías las ideas cobran vida y cruza los límites de lo real e irreal. Almacenes de acceso al conocimiento del pasado que mejoran el presente y el futuro, y que mantienen sus puertas abiertas a la espera de responder a las necesidades de la sociedad adaptándose al paso del tiempo.
Muchos tipos de biblioteca y centros de documentación son los que salvaguardan el saber humano; bibliotecas públicas, privadas, especializadas, escolares, nacionales, etc., incluidas las que en las últimas décadas con el progreso de la ciencia y tecnología se han ido creando en entornos virtuales. Alojan el conocimiento de la humanidad, por lo que el objetivo de protegerlas y mantenerlas en pie reside precisamente en entreabrir las hojas de sus ventanas y acercar revelando todos sus rincones a las comunidades y usuarios ávidos por curiosear y alimentarse de su naturaleza.
El propósito de hacerse eco del conocimiento, y ser partícipe de la vida de la sociedad en la que despliega su actividad, ha llevado durante 181 años a la biblioteca del Real Casino de Tenerife, desde su fundación en 1840, cuando éste aún se denominaba <<Gabinete de Lectura y recreo>>, a beber de la riqueza cultural e intelectual que ha ofrecido desde sus inicios el devenir de la institución. Absorbiendo el patrimonio que en origen constituyó la pequeña colección de monografías y ejemplares de prensa insulares, nacionales e internacionales, los socios fundadores comenzaron a reunir, en un modesto y menesteroso local y mobiliario, esas primeras publicaciones conformando progresivamente la notable biblioteca que es hoy.
A partir de su fundación, entre lectura de libros y prensa se desarrollaban tertulias sobre la actualidad que con mayor o menor retraso llegaba a sus manos y oídos; publicaciones que llegaban en los barcos que visitaban el puerto de Santa Cruz, creándose así esta institución principalmente en la puerta de entrada a la ciudad como lugar donde poder leer con tranquilidad y tertuliar lejos del bullicio de los cafés.
Como referencia a este hecho encontramos que en el Boletín Oficial de Canarias del día 21 de noviembre de 1840 se publica lo siguiente: “Leyóse un oficio de varios individuos (sic) del Gabinete de Lectura de esta capital pidiendo que se declaren francos de porte los periódicos que se entrecruzan por el correo de los reinos de España e Inglaterra según el tratado entre ambas potencias de 30 de noviembre de 1835”.
Así, este anhelado proyecto de asociación se iría conformando en un cada vez más distinguido Casino en plena capital de provincia, a semejanza de otros casinos y sociedades a nivel nacional que surgirían también en pleno siglo XIX, permitiendo dar respuesta a la demanda de una mayor cantidad de socios, en una Santa Cruz más desarrollada.
En estos casi dos siglos de existencia se ha procurado trabajar en las mejoras necesarias para que esta institución se haya convertido en uno de los emblemas y símbolos de la ciudad chicharrera y de la sociedad tinerfeña. Así, en diversos emplazamientos y tras multitud de adaptaciones y mejoras se iría conformando el ahora denominado Real Casino de Tenerife, adaptándose con solidez al acontecer de los tiempos; periodos de crisis y de auge a los que ha podido estar sujeta la existencia de éste junto al destino de la sociedad de la isla. Por ello, paralelamente al devenir de esta institución, la biblioteca es un buen reflejo de adaptación y conservación del patrimonio que alberga, tanto en los diversos espacios en los que ha sido ubicada a través del tiempo, como en la adquisición selectiva de los fondos que hoy componen su valiosa y voluminosa colección bibliográfica.
Son muchas las personas que se han responsabilizado de salvaguardar este espacio de conocimiento y su colección para con los socios de la entidad. Cada uno de los bibliotecarios al frente, como el resto de miembros de las Juntas Directivas y socios que han pasado por ella, han sido encargados de esta ininterrumpida labor que hasta la actualidad no ha cesado, guiada siempre por el principal objetivo de custodiar y difundir la notable colección bibliográfica, que actualmente cuenta con una cantidad aproximada de entre 9000 y 10000 volúmenes, y que se encuentran en plena catalogación en la Red de Bibliotecas de Canarias. Bajo el mando de los numerosos ilustrados bibliotecarios que han estado al frente de este área, y cuyos nombres se muestran al final de este texto, es de justicia también mencionar que colaborarían en este noble quehacer, como apuntan investigaciones como la de Alfonso Morales y Morales, a través de las actas de la entidad desde principios del siglo XX, trabajadores del propio Casino en los que se confiaría dicha función, y que serían designados para desempeñar el puesto de auxiliar de biblioteca, como lo fueron Florencio de la Cruz (1906), Manuel Barrera (1916), Emilio Jaubert (1923), Manuel Hernández (1924), Luis López (1929), José Muro, Gregorio de la Fuente, José Afonso, entre otros, llevando a cabo tareas y servicios bibliotecarios como el inventariado y catalogación de la colección, la gestión de una biblioteca circular, servicio de préstamo, etc. Este hecho hace entrever que el compromiso de las personas que han constituido el Real Casino de Tenerife y su biblioteca, ha estado presente en todo momento como pilar fundamental en la conservación y difusión de su patrimonio bibliográfico, guiando aún hoy los pasos de los que seguimos preservando este tesoro, que en conclusión, es de uso y disfrute de los socios que han conformado desde sus orígenes esta ilustre institución.
BIBLIOTECARIOS DE LA JUNTA DIRECTIVA DEL REAL CASINO DE TENERIFE (1872-2021)
Año de legislatura
1872 D. Miguel Maffiotte
1873 D. Menando Cámara
1874-76 D. Isidro Guimerá Ravina
1877-78 D. Antonio Domínguez Alfonso
1879 D. Bernardo Buitrago
1880 D. Ernesto Rumeu
1881 D. Miguel Soto
1881 D. Ernesto Rumeu
1882 D. Ángel de Fuentes
1883-84 D. Pedro Ravina
1885 D. Carlos Hamilton
1886 D. Miguel Maffiotte
1887 D. Ramón Gil Roldán
1888-89 D. Gonzalo Armendáríz
1890-91 D. Restituto Tenes
1892 D. Enrique Irabien L.
1893 D. José Hardisson
1893-94 D. Carlos Calzadilla
1895 D. Martín Rodríguez Peraza
1896 D.Francisco Valderrama
1897-1900 D. Rosendo Mauriz
1900 D. José L. Cullén
1901-02 D. Miguel A. Cullén
1903 D. Juan P. Valderrama
1904 D. Agustín C. del Castillo V.
1905-07 D. Agustín Guimerá del Castillo
1908 D. Ulises Guimerá Tejera
1908-11 D. Arturo Rodríguez Ortiz
1912 D. Agustín Guimerá y C. Valero
1913 D. Felipe Ravina y Veguilla
1914 D. Agustín Guimerá y Castillo V.
1915 D. José Rodríguez Febles
1915 D. Juan Augusto R. y Hardisson
1916-1917 D. Faustino Martín Albertos
1917 D. José Rodríguez Febles
1918 D. José María Fragoso
1919 D. Rosendo García Ramos
1920 D. Pedro Guezala
1922 D. Francisco Corona Calvo
1923 D. Agustín Guimerá Castillo Valero
1924 D. Francisco Clavijo Bethencourt
1925 D. Agustín Guimerá Castillo Valero
1926 D. Antonio Lecuona Hardisson
1926 D. Ramón González de Mesa
1927 D. Pelayo López y Martín Romero
1928-31 D. Juan Oliver Martínez
1932-34 D. José Perera Rodríguez
1935 D. José Rafael Valcárcel
1936-38 D. Gonzalo Cáceres Crosa
1939 D. Juan Yanes Perdigón
1940 D. Ernesto Lecuona Delgado
1940-41 D. Juan Yanes Perdigón
1942 D. José Ascanio y León Huerta
1943 D. Juan Yanes Perdigón
1944 D. Fernando Arozarena García P.
1945 D. Leopoldo de la Rosa Olivera
1946-50 D. Fernando Arozarena García de P.
1951 D. Lázaro Sánchez Pinto
1952 D. Miguel Zerolo Valderrama
1953-56 D. Jorge Yanes Perdigón
1956 D. José Fernández Mirón
1957-59 D.Cristóbal Domínguez Domínguez
1960-64 D. Antonio Martín Pérez
1965 D. Felipe Fumagallo Sánchez-P
1966-68 D. Alfonso Fdez del Castillo M.
1969-73 D. Alfonso Morales Morales
1975 D. José E. Zárate y Peraza de Ayala
1977-79 D. Enrique Alfonso Izqdo
1981-83 D. Joaquín Casariego Fuentes
1985 D. Aurelio Matos Mascareño
1987 D. Javier Gorostiza Trujillo
1989-92 D. Enrique Martínez Rodríguez
1992 D. Fernando García Talavera
1994 D. Fernando S. Trujillo
1996 D. Juan José Arencibia de Torres
1998-07 D. Domingo Martínez de la Peña y Glez
2008-13 D. Jorge Rojas Hdez
2014 D. Arturo Trujillo Martín
2015 D. Carlos Benítez Izquierdo
2016 D. Andrés de Souza Iglesias
2018 D. José M. Padilla Barrera
2021 D. José M. Padilla
