El arte de la encuadernación, ha evolucionado desde que el ser humano empezó a dominar la escritura. Las fuentes sitúan primitivas cubiertas para proteger escritos en el año 4,000 a.C. en la antigua Mesopotamia, donde se escribía sobre tablillas de barro. Por ello es necesario hacer un pequeño y merecido homenaje por el Día de las bibliotecas a este Ars. Ya en periodos de la Antigüedad, rollos de papiro y libros o documentos en forma de códice, comenzaban a acumularse en las estanterías de las bibliotecas, y sólo el bibliotecario o responsable era capaz de localizar obras guardadas en distintos recipientes como cajas, ánforas, cestas etc. La bibliofilia está estrechamente unida con este ars ligatoria y éste a la historia del libro y las bibliotecas.
Este arte tuvo su comienzo al transformarse el rollo de pergamino o papiro con el fin de conservar el texto escrito, forrándose o cubriéndose con diferentes materiales como cartón, cuero, tela o distintos materiales, en las hojas que componían los diversos documentos. Es con la introducción de la imprenta en Europa que comienza a hacerse popular la encuadernación, ya que hasta entonces el libro se consideraba un objeto de limitada difusión, confinado generalmente en monasterios y universidades, situados cerca los talleres de copistas. La creciente demanda de libros obligó a crear nuevas técnicas dentro de esta maestría, cada vez más ascendente la producción en serie, sin perder por ello, su aspecto artesano y estético. A lo largo de la historia, la labor del encuadernador en los talleres ha sido de gran importancia siendo indispensable para completar la del impresor.
Fueron artesanos y artistas dedicados a este oficio los creadores de una extensa variedad de estilos, dejando reflejada en sus trabajos la huella estética de este arte antiguo correspondiente a cada época hasta hoy, con el que además de conservar un objeto, se ofrece el deleite ornamental al bibliófilo que admira estas obras artísticas en las estanterías de las bibliotecas o entre sus manos.
Un ejemplo de la diversidad y cambios en las encuadernaciones por épocas y estilos lo encontramos en esta pequeña exposición `El arte de la encuadernación en los fondos del RCT´ donde se muestran algunos llamativos ejemplos pertenecientes a la colección bibliográfica del Real Casino de Tenerife que refleja la virtuosidad del arte de la encuadernación desde el siglo XVIII hasta mediados del XX. Transformaciones en la búsqueda de la armonía y el equilibrio estético de cada periodo histórico que nos trasladan desde las líneas de la Ilustración a la moda romántica del XIX o la expresión modernista de finales del siglo XIX y principios del XX a través de estos valiosos ejemplares.