- Tipo de obra: Pintura de caballete
- Técnica: Oleo sobre cartón
- Dimensiones aproximadas: 33 x 24 cm
- Tema: Retrato
- Título: Retrato de la esposa del pintor
- Autor: Álvaro Fariña Álvarez (1897-1972)
- Cronología o Año: C. 1930
- Análisis histórico- artístico:
Estilo: Dentro del postimpresionismo, cercano al lenguaje expresionista con técnica fauvista.
Descripción: Es el retrato de cuerpo entero de una mujer joven, sentada en una silla ligeramente girada hacia la izquierda, en el interior de una habitación, al lado de un amplio ventanal. Con un sentido estructural en la organización ordenada y comedida de la composición, en la visión sintética de la representación, con cierto protagonismo de la línea en cuanto a la delimitación de los objetos, destaca especialmente el gran sentido cromático, ya que es el color la base fundamental en la construcción de esta pintura. El empleo de la pincelada amplia, de colores planos, de manchas que se superponen como en la técnica fauvista en una gran armonía cromática, recrean la escena en tonalidades cálidas, con una preocupación por la luz en las telas blancas de la cortina o del vestido, donde a esta tonalidad se añaden toques de malvas, grises o azules, con gran libertad.
Fecha de recepción: Adquirido por el Casino en julio del 2007.
Observaciones: Es el retrato de la mujer del artista, Antonia Domínguez Palazón, cuyos rasgos aparecen perfectamente representados, especialmente la profunda mirada de sus ojos negros. La postura desenvuelta, con las piernas cruzadas, hablan de la ruptura con convencionalismos anteriores y de la representación de la mujer en una postura más libre y moderna, acorde con el momento parisino de los años veinte, década a la que pertenecen los retratos sobre su mujer, concretamente entre 1926 y 1929. La obra de ese periodo fue mostrada en la exposición individual celebrada en la sala Alexandre Lefranc de París en 1927, donde presenta 30 piezas, y en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife al siguiente año.
Sobre el autor: Álvaro Fariña Álvarez (Tacoronte 1897 – 1972) manifiesta su vocación artística cuando cursa los estudios de Bachillerato en La Laguna donde tiene de compañeros a José Aguiar y Pedro de Guezala., al tiempo que nace su afición por la Música. Durante su periodo de formación en L’Escola d’Art d’en Galí y de Artes y Oficios de Barcelona, continuado en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid (1016 a 1922), estudió también música, primero violín en el Liceo Filarmónico Dramático y después guitarra en Madrid con Daniel Fortea. Se pueden establecer tres periodos en su producción: el de formación con la influencia del expresionismo de Nonell y del noucentisme catalán, con el gusto por la línea sinuosa y decorativa, además de la técnica fauvista en cuanto al tratamiento cromático, al que se suma la enseñanza académica durante la estancia en Madrid, con influencia de Romero de Torres y de su vinculación con el ámbito intelectual vanguardista, ya que se aloja en la Residencia de Estudiantes y frecuenta las tertulias del café Pombo. Una segunda etapa en París (1926 –29), ciudad donde reside con su esposa después de contraer matrimonio en diciembre de 1925. Aquí pinta tanto al aire libre, paisajes y calles del barrio de Montmatre, como retratos en el estudio, con una técnica cercana al fauvismo en la que el color es el elemento constructivo de la composición. Una exposición individual en la sala Alexandre Lefranc le permite mostrar esa obra en París, en julio de 1927, que también expondrá en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife en 1930, al año de regresar a la isla. En la tercera etapa (de 1929 a 1972) abandona prácticamente la pintura salvo algunas obras esporádicas, dedicándose fundamentalmente a la docencia (en el Círculo de Bellas Artes primero, en su domicilio, en el Instituto de segunda enseñanza de Almería durante la contienda civil y a partir de 1952 en la Escuela de Artes y Oficios y en la de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife). Participa en algunas colectivas siempre con obra antigua, salvo algunas novedades como el Retrato de Alberto Brito o el Paisaje de Tacoronte de la Exposición de la Agrupación de Acuarelistas Canarios de 1962. El grupo Nuestro Arte le organiza una antológica en el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife en 1964, antológicas que también organizan el Círculo de Bellas Artes (1983), el Centro Cultural CajaCanarias (1988) y la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias (La Regenta, 1989), tras su fallecimiento en abril de 1972.
Bibliografía:
Archivo del Casino de Tenerife
Consuelo CONDE MARTEL: Fariña. Viceconsejería de Cultura y Deportes.Gobierno de Canarias. Santa Cruz de Tenerife, 1991.